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¿Cree que es negativo que haya conflictos entre empleados?

Ninguna empresa está libre de conflictos y saber gestionarlos con éxito es esencial para mejorar el clima laboral, evitar problemas mayores, solucionar desencuentros o malentendidos… En cualquier caso, su empresa no debe ver los conflictos como algo necesariamente negativo, ya que muchos pueden suponer una oportunidad de crecimiento y de desarrollo del talento interno de su compañía. Eso sí, sólo si se gestionan de la forma correcta. Para lograrlo, es necesario que cambie la mentalidad con la que afronta las desavenencias en su empresa, teniendo claras estas claves:

  • → Los conflictos son un motor para su empresa. Sin ellos, no hay avance, pues suponen retos que estimulan la creatividad y la innovación, obligan a su organización a replantearse sus rutinas y a reinventarse. Cuando ocurren de forma abrupta e inesperada, son un impulso para abordar determinados temas o asuntos que, de otra manera, se evitan y se dejan para otro momento.
  • → Ayudan a tener una mirada global e integrada. Buscar la solución a un problema requiere a veces de la creación de equipos de trabajo interdisciplinares, que miran su organización con una perspectiva amplia y sacando lo mejor de cada especialidad.
  • → Hace que aflore el talento oculto. Ésta es una de las ventajas, pues hay empleados que en situaciones de conflicto pueden sorprenderle especialmente con ideas creativas o mostrando dotes de liderazgo que no imaginaba o que no se habían mostrado hasta ese momento.
  • → Generan conocimiento. Tras un conflicto, su empresa será más flexible y estará más preparada para afrontar las adversidades que surjan en el futuro. Es una prueba de fuego que le ayudará a saber, paso a paso, cómo encarar los problemas que, sin duda, volverán a aparecer tarde o temprano.
  • → Incrementan la cohesión de su plantilla. Cuando se superan los conflictos y se reconoce el esfuerzo de su plantilla por superarlos, el clima laboral mejora o sale fortalecido y crece la cohesión entre los equipos de trabajo. Tenga presente que superar una adversidad puede unir mucho a sus trabajadores.
  • → Todo conflicto debe ser resuelto. Esto no significa que haya que encarar de forma directa todos los problemas, pues hay algunos que conviene no abordar porque no vale la pena (por ejemplo, un trabajador conflictivo que en pocas semanas se marchará de la empresa) y existen otros que se solucionan con el propio funcionamiento de su empresa, de forma “natural”. Pero también los hay que deben ser abordados con decisión, considerando los distintos intereses que se deben conjugar para llegar a acuerdos, porque de lo contrario pueden desembocar en problemas mucho mayores.

Pero, ¿cuál es la actitud más adecuada para afrontar cualquier tipo de conflicto? Según apunta la empresa de gestión del talento Think&Action, resulta imprescindible desdramatizar y encarar los problemas sin miedo, porque aunque rompan la armonía de la empresa, son inevitables. Por ello, un primer paso es reconocer que existen problemas, que es normal que aparezcan, y que hay que poner los medios necesarios para resolverlos y aprender a convivir con los conflictos que puedan ir surgiendo.